
De la tristeza a la depresión

Perfeccionismo. ¿realmente sabes lo qué es?
Propósitos de año nuevo, ¿te has puesto alguno?
Fijarnos propósitos para el año que comienza puede ser una buena forma de centrarnos en lo que queremos cambiar o conseguir. Sin embargo, muchas veces los dejamos a merced de la fuerza de voluntad, cuando realmente quien tiene un papel fundamental es nuestro cerebro: planifica cómo alcanzar nuestro objetivo, lo asocia a emociones agradables, nos ayuda a crear un hábito…
Por ello, es importante involucrar a nuestro cerebro en todo este proceso dedicando un tiempo para reflexionar sobre los propósitos que deseamos alcanzar.
¿Por qué NO solemos cumplir los propósitos de año nuevo?
- Son demasiados, muy exigentes o poco realistas: no se pueden trabajar todos con motivación.
- No tienes claro por qué quieres conseguirlos realmente y pierdes la dirección.
- No defines de qué manera vas a trabajarlos o no los adaptas a tu estilo de vida (por ejemplo, tu horario laboral)
- Te decepcionas contigo mismo por no ver avances (¡Roma no se hizo en dos días!).
Algunos consejos para fijar propósitos sanos
- Ten claras tus posibilidades y si lo que quieres conseguir es alcanzable.
- Escribe tus propósitos en papel, mejor empezar solo por uno y que sea realista. Anota al lado el motivo por el que quieres fijar ese propósito y de qué manera puedes trabajar para conseguirlo.
- Crea una rutina donde tenga cabida esas acciones que, con tiempo, conducirán a cumplir con tu propósito. Fijando un horario semanal que puedas cumplir podrás permitir que esa rutina haga el trabajo pesado por ti.
- Comparte esos propósitos con otras personas: puede que te ayuden a conseguirlos o al menos te los recuerden para que trabajes en ellos.
- Valora los pequeños pasos que vayas dando para animarte a seguir (puedes incluso permitirte algún premio por cada avance que observes, de ahí la importancia de dividir tu objetivo en metas). Si hay un error, aprende de él y sigue trabajando.
Sé consciente de que solemos fijar propósitos en una época del año con mayor permisividad como son las fiestas navideñas, donde posiblemente abunden los excesos (comida, alcohol, falta de ejercicio, uso de tabaco…). Por lo general, este tipo de cuestiones son las que más adelante pretendemos restringir, en forma de dieta, abandono de hábitos nocivos, plan de gimnasio… Por ello tendremos que pensar: ¿el propósito que fijo en este momento tendrá sentido para mi dentro de unos días?
Sé consciente de que solemos fijar propósitos en una época del año con mayor permisividad como son las fiestas navideñas, donde posiblemente abunden los excesos